Sobre la muerte de Osama bin Laden y mi paranoia con los yankis

Anoche, twitteando, leí algo que me dejó pensativo.
Textualmente, no recuerdo que decía, pero era una pregunta como "¿era malo Osama?".
Quizá, muchos vengan y puedan decir, "claro que era malo", "era malo,
porque mató gente", "ideó el atentado del 11 de septiembre", "echó abajo las torres gemelas" y un largo etcétera. Sin embargo, tengo la sensación que esa es la imagen que nos ha vendido simplemente, y a través de todos los medios de comunicación, influenciados prácticamente en su totalidad por los yankis; es decir, influenciados por sus intereses.
Sin manejar los temas de la economía, tengo entendido que subió el dolar -aun cuando no se si la variación es importante, es quizá un efecto inmediato- (de 460,04 a 460,09, para el dolar observado). Ni hablar de las teorías -conspirativas y exageradas, pero comprobadas de todas formas por los hechos-, que mencionan que cada guerra es en realidad un negocio, nos presentan estos hechos como algo para REANIMAR (y no dar fin) la 'guerra contra el terrorismo' y trabajar la economía. Y no me parecería extraño en realidad, puesto que no creo que la muerte de Osama bin Laden, termine con esta guerra contra el terrorismo (matan al líder, pero no los ideales).
Los yankis me dan miedo.
Hace un tiempo atrás, el famoso portal Wikileaks, alertó sobre una venganza de Al-Qaeda, en caso de que capturarán al cabecilla (les dejo el siguiente link, aunque la información se ha difundido por muchos medios y es fácilmente accesible), y aún más, la CIA no duda de una posible venganza [LINK]
Recomiendo ver un documental llamado ZEITGEIST, que entre sus principales temas, trata temas como el 11-S, su relación con la economía y la conveniencia que tuvo para los EEUU. Se culpa más a la familia Rockefeller y a don Jorge Arbusto (más conocido como George W. Bush), que al mismísimo Osama y sus compinches de Al-Qaeda.
Todo esto me deja con una sensación de incertidumbre... Es inquietante.
Junten agua, señores. Junten agua.

Pensamientos

Hay mucha bulla aquí. Las teclas están brillantes. Mi agua transparente. Tomé mucha agua, quiero ir al baño. ¿Quién dejó esa hoja en blanco aquí? Estoy incómodo en esta silla. ¡Dejen de reírse tan fuerte, niñas! Que horrible esta ventana tan larga. Al menos tengo un PC donde entretenerme. Dejé el notebook en la casa, y debería haberlo traído. Pesa mucho, no importa. Ya visité todas las páginas que acostumbro a visitar... Nada nuevo. Se fueron casi todos de esta sala. Quiero ir a la casa a almorzar. Estoy enfermito. Mi chaqueta está viejita. Hace frio. Que raro porque salió el sol ya. Que entrete el laboratorio de Microbiología. Llegó más gente… Gente bulliciosa. ¡Tengo hambre!
...
Y así, nunca paro de pensar... ¡Y el pensamiento abarca tanto! Tanto tema. Mucho material que analizar y recordar. Verdaderos mundos en cada uno de nosotros.
A veces se me hace increíble creer, que por cada persona, miles de pensamientos pasen en instantes... Y casi todo el tiempo de forma inconsciente.
Y así, cada una de las 11 personas que hay en esta sala, poseen en estos momentos un mar de pensamientos…
Solo piensa... ¿En qué estás pensando ahora?

Que estúpido

Maldito y estúpido blog:
Te he tenido botado, porque entre todas mis prioridades, no te alcanza ni para ser la última.
Te cuento que estoy estudiando enfermería y ya voy en segundo año, pero como soy muy malo contigo ni siquiera te he contado (lero lero).
Igual me da lata cosas como la de hoy día.
Entraba a clases a las 17.30, así que después de almorzar, me puse a chatear y navegar un poquito, después a estudiar hasta las 16.45, que fue donde me empecé a preparar para partir.
Tomé un colectivo que me deja cerca de la universidad, vi la hora y... eran las 18.00 horas!
Fue horrible. Y te juro que no es porque me tocaba bioestadistica (que es un ramo que cada vez que lo nombro me da alergia); tampoco fue un descuido.
Ocurrió, que el mismo notebook con el que escribo esto, se dio el lujo de retrasar la hora. Y aunque ya me había percatado antes, y la había puesto en la hora que correspondía, el muy chistoso se cambió solo de nuevo.
Me tuve que devolver a la casa, y aunque iba media hora adelantado (según yo), preferí tomar otro colectivo y volver porque supuse que ya la gente de la administración se habría ido.
Y aquí estoy. Imagino que te habrás percatado de la rabia que siento.
Pero no importa, me castigaré estudiando. Un refuerzo negativo.
Me consuelo pensando que al menos así hago menos vida social por hoy. Así que bien (Y)
Chao blog estúpido. Por favor, hazme acordar que debo desactivar el cambio automático de zona horaria.

Sobre las ventajas de estar enfermo


Fue raro… Tenía mucho sueño. Por un momento pensé en seguir durmiendo, pero había algo que me lo impedía; conciencia creo que le llaman.

Medio mareado y aturdido me levanté para buscar ropa. Me vestí e inmediatamente me fui al refrigerador a buscar un yogurt. Lo dejé sobre la mesa y fui al baño. Me lavé la cara y fui al patio, pues allá estaba la toalla.

Fue ahí cuando me di cuenta de que algo no andaba bien. Miraba y miraba, pero el patio no era el de siempre… Tal vez el tiempo había sufrido algún cambio, el tiempo habia retrocedido. Me habia devuelto a eso de las 15:00 hrs. del día anterior y me encontraba viviendo una realidad paralela –puede ser que estuviera viviendo lo que habría pasado si no hubiera salido al paseo de ayer-… O podía ser que me levanté más tarde de lo habitual. Y era eso lo más probable.

El sol no estaba donde está cada vez que me levanto… No estaba en el Este como lo acostumbro a ver por las mañanas; estaba sobre mi e inclinado un poco hacia el Oeste. No hago ese tipo de observaciones muy a menudo, pero si lo hice esta vez es porque realmente me llamó la atención.

Me acordé del yogurt que dejé sobre la mesa y fui a buscarlo. La mesa estaba esperando que la familia se reuniera a comer; los cubiertos estaban allí. Mi hermano veía documentales y mi mamá estaba en su pieza ordenando un set de preguntas bíblicas.

Se me ocurrió ver la hora; eran más de las 13:30 hrs. Y no entendía por qué nadie me había dicho nada; no me habían despertado pese a que me acosté relativamente temprano y debería estar despierto ocupando el PC como de costumbre a esas horas.

Pero no, me acordé de que estaba enfermo, y cuando uno está enfermo tiene derecho a hacer con su vida lo que quiere, porque está pronto a morirse y tienen que respetar su ‘última voluntad’.